Por más difícil que sea tu relación, no involucres a tus hijos.

niña triste papás gritando



Todas las relaciones interpersonales pasan por algún ajuste, y entre parejas no es la excepción. Pueden existir una cantidad de razones por la que tu pareja y tú pelean constantemente, incluso puede que la relación entre ustedes esté rota, pero tengan que convivir por los hijos.  Sea cual sea el caso, por más difícil que sea tu relación, no involucres a tus hijos

Continuamente los padres consideran que a sus hijos no les afecta sus peleas; creen que si los niños están pequeños no se dan cuenta, si son adolescentes no les importa, en ambos caso están equivocados. A tus hijos les importa y se dan cuenta de la relación que llevan sus padres.  

Muchas veces cuando discuten frente a ellos, se crea en su interior una especie de culpa que no saben procesar. Consideran que son la fuente del enojo y la infelicidad de papá y mamá; lo que los lleva a crear problemas de conducta y emocionalidad a corto o largo plazo.

Si a esto le aunamos que muchas veces, inconsciente o conscientemente uno de los padres comienza a hablarle mal a su hijos acerca del otro padre, la cosa empeora sobremanera.  
Debemos comprender que para los hijos, ambos padres representan una pieza clave en su vida, no solamente de seguridad, sino de amor. Por lo que si se trata de destruir su propia imagen que va creando acerca de papá o mamá y se le implanta otra que viene del enojo de alguno de ellos; no solamente se crea una idea negativa del que es atacado, sino del propio manipulador que le mete ideas en su cabeza. 

Sería muy fácil decir que la solución para una vida plena de los niños, es que los padres no discutan, cosa que es prácticamente imposible; pero sí se puede decir que tales discusiones no tienen porque ser parte de la vida de los niños.   

Antes de que una discusión llegue a mayores, ambos padres deben estar alertas si sus hijos están cerca o presentes, buscar un espacio privado para dialogar de manera responsable y adulta de sus asuntos y dejar la manipulación sobre querer que sus hijos tomen parte por alguno de ellos.

Estas pequeñas acciones no solo les proveen de una relación más saludable con los niño, sino dentro de la pareja misma.

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