Porque dar es mejor que conseguir

padres e hijos felices


Se dice que los niños son entre los seres vivos los más egoístas, sin embargo esto no es un atributo natura. Es lógico que al ser totalmente dependientes del entorno, se acostumbren a solicitar lo que necesitan, pues primeramente aprenden a pedir aquello que cubre sus necesidades básicas.  
Con el tiempo eso se transforma en deseos más allá de lo que necesitan. En eso contribuyen mucho los padres y familiares, ya que al verlos pequeños y al sentir amor por ellos, nos dedicamos a darles y hacerles sentir únicos.  Y no es que esto por sí mismo este mal, sino que la costumbre se apodera de ellos y consideran que debe ser así siempre.

Épocas como la navidad, son buenas, porque además de recibir podemos enseñarles a dar. Ya que muchas veces se crece con la tendencia a no ofrecer nada de nosotros y sí a demandar mucho de los demás. Al paso del tiempo esto se vuelve un sufrir en personas que ponen todas su expectativas en cuánto reciben del entorno.  Por su parte quien da, acrecienta una satisfacción superior al de recibir, y es el hacer feliz a alguien más.  

Si desde pequeños enseñamos a los niños a compartir por el simple gusto de hacerlo, podemos ayudar  a formar adultos menos expectantes y frustrados por no obtener del afuera. Por su parte quien da, antes ya tiene satisfecho sus propias necesidades, pues para dar hay que tener, y lo primero que hay que tener es amor y empatía por el bien de otro. 

Lo mejor de todo esto es que dando se recibe. No solamente se recibe satisfacción, gratitud, una sonrisa, amor. Sino que la vida ofrece más de aquello que se da para seguir haciéndolo.  Tus hijos pueden donar sus juguetes que ya no usan, ropa en buen estado, o si tu economía te lo permite darles dinero para que le compren algo a un niño o un adulto que ellos elijan.  Pero no todo se basa en dinero o bienes. También pueden dar tiempo a su propia familia. Qué tal leerle un libro a un abuelo. Hacerle una manualidad a un tío. Darle abrazos a un hermano. Repartir sonrisas entre vecinos y amigos. Dar felicidad no siempre es material. 

Impulsa  tus hijos a hacer algo por alguien en estas fechas y siempre que puedas. Su adulto futuro te lo agradecerá. 




A alguien más le puede servir. Comparte.

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