Sanando con mamá, un cambio de vida excepcional
A menudo como terapeuta, me encuentro con personas con problemas físicos o emocionales y que no han logrado detectar su origen, pero trabajando con la liberación emocional y Reiki, he podido observar que muchos casos están directamente relacionados con este tema de la madre y los conflictos que arrastran con ella en diferentes variantes.
Bajo esta misma practica, he podido ver también que cuando se trabaja con este tema en relación a mamá, la experiencia de vida de l@s consultantes mejora en temas como relaciones de pareja, sociales, negocios, hij@s y se fortalece la autoconfianza y valoración.
No siempre se necesita tener una relación a todas luces tóxica o dolorosa con la madre, pues hay ocasiones en que en una "buena" relación existen pequeñas circunstancias, aún imperceptibles para la madre o la hija o hijo, que afectan un aspecto y al parecer que todo va bien, no saben de dónde proviene el origen del problema.
Para que comiences a mejorar esta relación te comparto un ritual espiritual que te puede ayudar a Sanar tu relación con tu madre:
Ritual para Sanar la relación con mamá:
Vas a realizar una carta y la leerás al final sin interrupción y con plena consciencia. Este será un momento de total honestidad de tu sentimientos hacía las vivencias con ella y tu relación afectiva.
Puedes crearte un ambiente óptimo para llevar a cabo este ritual, por ejemplo puedes conseguir una vela blanca o rosa, un recipiente con agua, comprar flores que te gusten y un cordón rojo de un metro y medio aproximadamente.
Enciende tu vela con la intención de crear una relación amorosa con mamá desde la gestación al día de hoy, recuerda que no importa si está viva o no, si le hablas y te llevas bien con ella, o si no se hablan y estás molesta. Coloca el cordón al rededor de tu cintura como si fuera tu cordón umbilical, al otro extremo imaginarás que está tu mamá.
Vas a recrear la siguiente carta en una hoja en blanco (puedes agregar tus propios sentimientos y emociones) posteriormente léela en voz alta. Al finalizar, cortarás tu cordón imaginario y con profundo amor decretarás hacer tu vida y dejar que tu madre siga con su propia historia, haz tu propio decreto. Posteriormente quemarás la carta con la flama de la vela y puedes enterrar las cenizas en tu jardín o dejarlas ir por es excusado, o si vives cerca de un río, mejor.
Carta de liberación:
Carta base Vivi Cervera con modificaciones de PFHS
Madre, perdóname por fundirte con mis recuerdos, por no distinguir que eres un ser espiritual que amorosamente se prestó a la obra de teatro que protagonizamos en la Tierra.
Perdóname por hablarte de cualquier manera, por desconocer que tenemos un pacto, por herir tus sentimientos a partir de mis propias percepciones. Perdóname por cada minuto en el cual creí que todo esto se trataba de ti y no de mí.
Perdóname por nuestra historia junt@s, por pretender cambiarla, por no superarla.
Perdóname porque no me es fácil saber y sentir quién eres realmente, porque a través de ti sólo veo a mi niñ@ lastimad@, porque sólo percibo dolor.
Perdóname por querer marcharme de tu vida con enojo, perdóname por haberme ido física o emocionalmente desde el rencor, perdóname por no querer volver a ti por miedo, perdóname por no honrarte y no amarte lo suficiente.
Me perdono completamente porque yo no tengo manera de saberlo todo, porque soy tan inocente como tú.
Me perdono completamente por mi capacidad latente para lastimar, para resentir, para dañar, para odiar, nada de esto ha sido creado conscientemente, una fuerza interior, una razón, una memoria, una queja, un deseo y mi necesidad de escapar del dolor me impulsó.
Yo merezco perdonarme completamente y lo hago ahora. Sin duda alguna te doy gracias porque en un acto de amor consciente o inconsciente me trajiste a la vida, a este mundo que me ha ofrecido todo para que yo pueda conocerlo.
Te perdono porque al igual que yo olvidaste el propósito de éste juego y te creíste el papel de guía dominadora en mi existencia.
Te perdono por querer hacerme a tu imagen y semejanza y pretender que todo se tratara de ti y no de mí y mis necesidades.
Te perdono porque sé que también tú tienes tu propia historia con mi abuela y ella con mi bisabuela y así sucesivamente y no habías podido liberarnos de la carga emocional de pasado.
Nos perdono por nuestra ignorancia del propósito real del ser madre e hij@ y haber caído en el ego del dolor, de abuso emocional, del chantaje y todo cuanto hemos pasado.
Gracias por lo vivido, por las experiencias juntas, por los dolores, por las lágrimas, por las risas, por las ausencias, por las heridas abiertas, por las palabras bonitas y por las que no fueron tanto, todo ello me ha forjado como el ser humano que soy. Te doy gracias porque existes en algún lugar de mi ser y porque me escuchas ahora. Te bendigo.
Lo siento por las memorias de dolor que comparto contigo, te pido perdón por unir mi camino al tuyo para sanar. Te doy las gracias porque estás aquí para mí y te amo por ser quién eres.
También te amo porque estás en mis recuerdos y porque es el momento de hacerlo, nunca antes lo fue. Estas palabras surgen, nacen, brotan y florecen en mi ser cuando el tiempo de mi mente es perfecto, el amor me busca ahora y me reencuentra contigo, yo elijo estar en paz contigo, yo soy esa paz en ti y en mí.
Yo soy paz. Yo honro mi vida y la tuya tal como fue, tal como es. Yo hago una reverencia ante tu ser de luz que es quien yo soy.
Hecho está. Gracias, gracias, gracias. Te amo. ❤
De igual manera te comparto una breve charla con el terapeuta Ramón Soler, que nos habla un poco de la relación y consecuencias de una relación tóxica madre e hij@. Y unos consejos que él ofrece a sus consultantes.
